Acciones
Programa arquitectónico para una adecuada ambientación hogareña
Las Maternidades, como dijimos, se parecen a Hospitales o están dentro de ellos. Desde el punto de vista arquitectónico intentan satisfacer las necesidades de los agentes de salud para optimizar los aspectos netamente relacionados con la asistencia.
En general no hay preocupación por hacer de las Maternidades lugares atractivos, alegres, familiares. Esta vez el programa arquitectónico desconoce las necesidades de las verdaderas "dueñas de casa" que carecen de lo esencial que una familia precisa, simplemente por que nunca fue tenida en cuenta. Las denominaciones de muchos sectores son claramente demostrativas de esta equivocada concepción: Salas de Espera, Circulación Restringida, Boxes de Parto, etc.
Muchas Maternidades con el ingreso de "la parturienta" realizan la Parentectomía, es decir le extirpan la familia. Agreguemos a esta irracional conducta la falta de una decoración mínima que reproduzca aunque sea parcialmente un parecido al hogar. Esta ambientación es posible y fácil de lograr con el empapelado de las paredes, la colocación de cortinados, etc.
De la parentectomía se ocupará ahora la Dirección Médica con su área funcional "Servicios para la Familia" (Acción 1).
Acciones
Hospital Amigo de la Madre y del Nino. Promoción, protección y apoyo a la Lactancia Materna
Muchas veces afirmamos que las Maternidades no deberían parecerse a los Hospitales. Las Maternidades asisten a una población mayoritariamente sana en momentos trascendentes como son la gestación y el nacimiento de un hijo.
Así reconocido, el respeto por la mujer embarazada y el derecho a la vida para ella y su hijo antes y luego de nacer deben ser los objetivos prioritarios. Pero entendiendo que se trata de un acontecimiento de características únicas al involucrar a toda la estructura familiar, ésta debe también ser protegida y respetado su protagonismo.
Los diez pasos exigidos para acreditar las Maternidades como Hospitales Amigos de la Madre y del Niño pretenden promover, proteger y apoyar la Lactancia Materna con acciones perinatales. Más aún, los diez pasos necesariamente comprometen a todo el personal de las Maternidades. No solamente incluyen a profesionales médicos, obstétricas y enfermeras sino que tampoco excluyen al personal de mantenimiento, técnicos, etc.
Las Maternidades deben centrar sus Servicios en las Familias. Comenzar promoviendo, protegiendo y apoyando la Lactancia Materna es el primer gran paso de un largo camino. Existen interferencias visibles y no tan visibles en nuestros Hospitales – Maternidades. Existen formas reconocidas y no tan reconocidas de violencia institucional. Los diez pasos exigidos obligan a revisar actitudes y replantear motivaciones, vocaciones y gratificación en el personal de salud.
La acreditación de una Maternidad no es el éxito de una Institución sino el compromiso indeclinable de su gente.
Son diez pasos llenos de sentido común, de amor al prójimo y de respeto por las madres y sus hijos. Pero son además diez pasos plenos de exigencias, de capacitación y de continuidad en la tarea comprometida.
Hospitales – Maternidades Públicas y Privadas han sido acreditadas por primera vez en la Argentina. Una postergación inexcusable ha dejado de ser tal. Estas Maternidades y su gente han demostrado que es posible y otras muchas, con seguridad, también lo harán igual o aún mejor.
Acciones
Tratamiento de las interferencias hospitalarias mediante el sistema de Internación Conjunta Madre – Hijo Recién Nacido.
Las Instituciones Públicas y/o Privadas voluntaria o involuntariamente, consciente o inconscientemente, interfieren en la interacción madre – hijo recién nacido de muchas maneras.
Sin duda la más frecuente es permitiendo o condicionando su separación. Reconocida la importancia y trascendencia del vínculo precoz, es recomendación internacional promover la Internación Conjunta como obligada alternativa a la clásica Nursery para recién nacidos sanos, verdadero sector de secuestro de personas.
En Maternidades Públicas, sobre todo aquellas con gran número de partos y escasos recursos presupuestarios y/o humanos, la Internación Conjunta debe realizarse en habitaciones para grupos de madres (6 a 12). El asistirlas en habitaciones individuales es contraproducente porque las aísla e impide interactuar con otras madres puérperas, muchas de ellas multíparas con gran capacidad de enseñar y servir de continente afectivo, compartiendo un acontecimiento único como es el nacimiento de un hijo y utilizando códigos de lenguaje conocidos y comunes.
Los Sectores de Internación Conjunta son ideales para la protección, promoción y apoyo a la Lactancia Materna, para desarrollar Programas de Educacion para la Salud, estimulación oportuna, procreación responsable y la detección de familias con alto riesgo social – sanitario.
Estos Sectores son también ideales para reproducir una ambientación hogareña que compense la desagradable apariencia hospitalaria.
También sirven al propósito de reformular los programas docentes de pre y postgrado médicos, jerarquizando la importancia de la normalidad o salud como los estados de las personas dignos de cuidar y preservar.
Acciones
Ingreso irrestricto de los padres a los Servicios de Neonatología y programación de visitas dirigidas de hermanos y abuelos
No todos los recién nacidos son sanos y pueden acceder desde las Salas de Parto, Parto y Recuperación, con su madre a los Sectores de Internación Conjunta.
Los recién nacidos prematuros y otros enfermos necesariamente deben ser asistidos en Servicios de Neonatología que incluyan Terapia Intensiva con asistencia respiratoria mecánica y otras tecnologías que garanticen su derecho a vivir. Pero estos sectores de cuidados especiales no deben ser de aislamiento y la circulación restringida no es aplicable para los padres. Ellos tienen derecho a un ingreso irrestricto con pautas básicas de control de infección tales como lavado de manos.
Las madres aprenden rápidamente a cuidar sus hijos de acuerdo a variables de cada caso.
Al recuperar en algo su protagonismo mejoran su autoestima perdida ante la realidad de un hijo distinto del imaginado y cambian la sensación de duelo anticipado, concibiendo la posibilidad real de un presente y un futuro de vida plena. Es imprescindible una adecuada comunicación entre médicos – enfermeras y los padres y deben programarse reuniones individuales y grupales en un ámbito adecuado para enfrentar conjuntamente la compleja e impredecible problemática de los padres "enfermos" por sus hijos enfermos, muchos de ellos gravemente.
El programa de ingreso irrestricto debe acompañarse de otras acciones también impostergables que hacen al grupo familiar como las visitas dirigidas de hermanos y abuelos. Son experiencias trascendentes de gran apoyo emocional para los padres y muy gratificantes para los agentes de salud.